Historias de fútbol: Josep Escolà, el gol cortado por la guerra

Muchas veces, la historia, la política y el fútbol se mezclan creando un cúmulo de vivencias humanas relacionadas con dar patadas a un balón, pero sin dar patadas a un balón.

Es el caso de Josep Escolà Segalés (28-08-1914/ 07-03-1998, Barcelona). Este delantero potente fichó por el FC Barcelona el año 1934, procedente de la UE Sants. Su carrera prometía, puesto que el primer año marcó 40 goles y era una de las estrellas de aquel equipo que hacía renacer el club tras años de penurias deportivas. Hasta el año 1937 los Escolà, Balmanya, Ventolrà o Iborra consiguen hacer buenos papeles en la Liga española y ganan las tres Copas de Catalunya.

Pero todo se torció ese mismo año. El FC Barcelona decide hacer una gira por América, ya que una bomba destroza la sede oficial del club en Barcelona y se ven en peligro. Esto es aprovechado por muchos jugadores, entre ellos Escolà, para exiliarse y poder seguir jugando a fútbol.

Escolà se va a Francia, al FC Sète 34, y allí permanece hasta el 1940. Ese año vuelve a Barcelona, acabada la guerra y con dictadura franquista incorporada, para volver a jugar a fútbol. La Federación Española le impone un castigo de un año sin poder competir por haberse exiliado.

A partir de entonces desarrolla sus mejores años, comienza a ser apodado 'El catedrático del fútbol' y gana tres ligas, la 1944/45, la 1947/48 y la 1948/49. Además, logra ser internacional en dos ocasiones, ambas contra Portugal y anota un gol, en su debut.

Escolà jugó 191 partidos oficiales con el FC Barcelona y marcó la friolera de 118 goles, lo que lo convierte en uno de los máximos goleadores blaugranas. Quién sabe si sería a día de hoy, si no hubiera habido una guerra civil, el máximo goleador histórico del club.

El de Escolà es solo un caso de muchos jóvenes futbolistas que vieron su carrera cortada por una cosa que no tenía nada que ver con el deporte.

En las imágenes podemos ver un primer plano de Escolà, antes de un partido en Les Corts y abajo un retrato pintado para los cromos de la liga (izquierda) y a Escolà disparando a puerta mientras un defensor del RCD Espanyol intenta ponerse en medio (derecha).

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